Los medios de pago digitales son muchos y se encuentran respaldados por grandes avances tecnológicos e inversión en infraestructura de la banca. Si bien el más conocido y antiguo es la tarjeta de crédito, que llegó a México hace 52 años y cuenta con casi 20 millones de usuarios en el país, hoy podemos enunciar también a las aplicaciones móviles, la banca en línea, los cajeros automáticos, los corresponsales bancarios y al comercio electrónico en general, como un esfuerzo común para beneficiar a los clientes de las instituciones bancarias.

El objetivo principal es de mejorar la experiencia en el uso de servicios de los bancos. La tecnología que los respalda, resultado de muchos años de inversión en infraestructura física y digital, da acceso a una serie importante de servicios bancarios sin tener que acudir a una sucursal.

Ante la contingencia sanitaria del Covid-19, esto se vuelve crucial. Los servicios financieros, considerados como actividades esenciales para la economía nacional, no fueron suspendidos durante esta difícil etapa. Pero eso no implica que estén eximidos de riesgos.

Gracias a las herramientas que como gremio se han impulsado, los clientes no tienen que acudir a un espacio físico para realizar sus operaciones. Pero más importante, cada vez se vuelve menos necesario el contacto físico o el uso de medios de pago físicos, como billetes y monedas, para adquirir bienes y servicios.

Hoy, las personas pueden realizar depósitos y transferencias a cuentas de instituciones bancarias, aunque no sean las mismas de sus cuentas de origen, con tan sólo conocer el número de teléfono celular del destinatario.

A través de la aplicación móvil, puede activar o desactivar sus tarjetas; pagar servicios; realizar el seguimiento a sus operaciones; e incluso hacer pagos inmediatos con herramientas novedosas, como el Cobro Digital (CoDi): un código que se escanea con la cámara del teléfono móvil, que permite hacer transacciones sin costo para el usuario, desde su móvil.

Para los negocios, los medios de pago digitales se han vuelto un importante aliado. Las ventas se incrementan entre 15 y 30% en promedio; se reducen los costos y se incrementa la seguridad al no tener que utilizar efectivo; se lleva un control puntual de los ingresos; y se puede pagar a los proveedores con transferencias electrónicas, entre otras.

Con todas estas opciones, la banca reconoce que el crédito es fundamental para adelantar el patrimonio y consumo, pues permite obtener bienes al momento y pagarlos en mensualidades. Ya sea con tarjeta de crédito o con cualquier modalidad de pago en comercio electrónico, las ventajas son evidentes, y más en una situación complicada para las finanzas de las familias, como la que resulta del COVID-19.

Por ello, en un esfuerzo gremial, anunció una serie de apoyos para sus clientes, de modo que puedan mantener limpio su historial crediticio al diferir pagos por 4 y hasta 6 meses. Es importante recalcar que la deuda no desaparece ni se congela, por lo que es recomendable seguir pagando dentro de las posibilidades individuales.

En la Comisión de Medios de Pago de la ABM estamos comprometidos en seguir impulsando, como gremio, mecanismos, medidas y herramientas para facilitar el acceso y uso de productos bancarios a los clientes, aprovechando la inversión en tecnología e infraestructura que la banca ha realizado desde hace ya muchos años.

Por ello, reiteramos la importancia de aprovechar al máximo para mantener las medidas de sana distancia, tener más seguridad en las operaciones y facilitar el manejo y control de las cuentas bancarias.

| Vía www.publimetro.com.mx

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