Las primeras cadenas de gimnasios, salones y boutiques para hacer ejercicio cerraron sus puertas el 18 de marzo. Una medida para frenar el avance del COVID-19 que pasó factura en su músculo financiero. Con el cierre de los centros deportivos, las empresas quedaron sin ingresos durante el mes de abril y seguirá así en mayo, por lo que para sortear la crisis tuvieron que rediseñar sus estrategias de negocio.

Smart Fit y Sports World no cancelarán sus planes de expansión, pero el número de aperturas podría bajar el ritmo para volver a la carrera de velocidad en el corto plazo.

Este año, Smart Fit pretendía cortar el listón de 60 nuevos gimnasios, para lo cual invertiría cerca de 1,000 millones de pesos. Ahora, las inauguraciones planeadas para marzo y abril se recorrerán hasta que termine la contingencia, detalla Oriol Cortés, director de marketing de Smart Fit México.

«La crisis en el sector va a existir, pero una vez que pase vamos a pisar el acelerador para seguir con nuestro agresivo plan de expansión. Estamos con una carga de pérdida neta, pero creemos que, cuando pase el temporal, tenemos que abrir los gimnasios que podamos», afirma.

En una situación similar se encuentra Sports World. La compañía registró una pérdida neta de 44.5 millones de pesos durante el primer trimestre del año, según su reporte de resultados enviado a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).

La empresa cuenta con una línea de crédito de 100 millones de pesos para mantener su solidez, recursos que permiten cumplir con el pago de arrendamientos, salarios y otros gastos para mantener la operación, detalla Fernando Guzmán, director comercial de la compañía.

«De las aperturas que teníamos planeadas para este año se postergan todas, menos una en la cual ya llevamos una inversión importante. Conversamos con la constructora y el arrendador sobre que se tiene que llevar a cabo cuando regresemos este año», añade Guzmán.

El directivo compartió que la inauguración de este centro deportivo de Sport World se realizará durante el segundo semestre del año y estará ubicado en Gran Terraza Coapa, al sur de Ciudad de México.

Otra de las cadenas golpeadas por la contingencia sanitaria es Sport City, que cerró sus clubes el 18 de marzo. Aunque no ofrece detalles sobre la estrategia financiera, la empresa buscará minimizar el impacto en sus operaciones.

«El recurso está siendo muy cuidado para garantizar que el impacto negativo sea el menor posible o casi nulo. La dirección de la compañía está tomando decisiones muy cuidadosas para asegurar mantener la operación al 100%», explica Natividad Monakian, gerente de Group Training de Sport City.

El salto a la digitalización

Desde que las cadenas de clubes deportivos cerraron sus accesos para evitar contagios de coronavirus entre sus clientes y trabajadores, mudaron las salas de ejercicio al salón de las casas de sus usuarios. Todo, a través de canales digitales.

Las aplicaciones móviles y hasta las redes sociales como Facebook e Instagram son ahora los puntos de reunión para que el público en general acceda a diferentes contenidos para ejercitarse desde casa.

Los directivos coinciden en que tuvieron que apretar el paso para ofrecer las clases en línea, brazo del negocio que mantendrán en el futuro, con estrategias diferentes, de acuerdo con sus modelos y clientes.

En todos los casos la idea es contar con una oferta combinada de servicios digitales y de gimnasios y salones de ejercicio para que sean los usuarios quienes determinen la forma para ejercitarse, de acuerdo a sus necesidades y en camino a la nueva normalidad, una vez que termine la contingencia.

«La oferta digital nos permite alcanzar un sinnúmero de personas que no necesariamente asistirían a nuestros salones. Hay que ir dando pasos certeros firmes y tomando decisiones a largo plazo, porque los medios digitales van a hacer mucho eco en nuestra compañía», reconoce Monakian, de Sport City.

Por su parte, Sports World, que cerró sus centros deportivos y boutiques de la marca Load el 20 de marzo, establecerá un sistema de cobro para quienes no son sus clientes. Además, ampliará los contenidos en línea, cuya oferta de clases será similar a la que tienen en las instalaciones físicas.

«Estamos trabajando para monetizar esto, porque es una industria que tiene cero ingresos durante la contingencia», dice Fernando Guzmán.
Smart Fit, además de las clases en internet, lanzó una oferta para quienes adquieran su membresía durante esta contingencia, con beneficios que se harán efectivos cuando se reabran los gimnasios.

Cortés adelanta que las cadenas quieren hacer de sus espacios deportivos lugares seguros y, para ello, preparan una propuesta que presentarán a la Secretaría de Salud para que les permita retomar operaciones cuando finalice la contingencia.

«El plan lo estamos trabajando y está casi listo. Estamos esperando a que la fase tres pase. Todos sabemos que la única forma de volver es convertir los espacios en lugares seguros y por eso platicamos con players extranjeros para traer esa experiencia en México y poder abrir», señala.

Por Mara Echeverría | Vía expansion.mx

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