El Día de Muertos es una de las tradiciones más coloridas y emotivas de México. Imaginar la visita de los que ya no están durante el 1 y 2 de noviembre significa mucho para los mexicanos. Este año recordamos esas cosas que amamos del Día de Muertos.

Pan de muerto

Amamos el aroma y sabor de los panes de muerto. Su consistencia suave y esponjosa se logra gracias a la frescura de los ingredientes; algunos de los sabores que resaltan son naranja, anís y azahar, va decorado con mantequilla y azúcar.

Ofrenda con los platillos favoritos

Para preservar la tradición, los mexicanos ponemos una ofrenda a nuestros seres
amados, para honrarlos y recordarles el cariño que les tenemos, aunque ya no se
encuentren entre nosotros. Normalmente se ponen los platillos y bebidas favoritas,
flores de cempasúchil, veladoras, dulces y frutas. ¿Qué es lo que no puede faltar en tu ofrenda?

Flores de cempasúchil

La leyenda popular dice que las flores de cempasúchil iluminan el camino de regreso a los difuntos durante el 1 y 2 de noviembre. Normalmente se acostumbra colocarlas en las ofrendas y como plantas ornamentales en las casas o jardines. Su color anaranjado es inconfundible, tiene aromas cítricos y suaves que la hacen perfecta incluso para preparar pan, helado panqué.

Calaveritas de azúcar

Desde tiempos prehispánicos era común encontrar calaveritas de barro en rituales y ofrendas a los dioses. Con la llegada de los españoles, llegó, entre otras cosas, la técnica árabe del alfeñique (trabajo con azúcar), misma que los indígenas adaptaron a sus costumbres para dar como resultado las primeras calaveritas de azúcar, con las que se rendía tributo a los difuntos. Hoy en día, existen muchas variaciones: de amaranto, chocolate, pepitas, caramelo y hasta calaveritas veganas que hacen con agua de garbanzos cocidos ¿cuáles son tus favoritas?


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