La industria automotriz está transformando el sector hacia compañías más amigables con el medio ambiente, permitiendo ser a la tecnología sea su gran aliada. Desde programas digitales basados en inteligencia artificial, hasta programación mediante algoritmos para generar múltiples versionas de una sola pieza. Este conjunto de tecnologías son pieza clave para direccionar a la industria en el sector automotriz a innovarse para ser sostenible.

Una de las principales tecnologías es la impresión 3D, una herramienta que emplea el diseño generativo empleando materiales alternativos como fibras de vidrio o carbono. Ello permite a las marcas crear productos más livianos, menos agresivos con el medio ambiente y más económicos. Por ejemplo, General Motors logró producir en colaboración con Autodesk, un broche de cinturón de seguridad que pasó de 8 componentes a uno, optimizando su fabricación.

Asimismo, el reciclaje será fundamental para las firmas automotrices si se desea convertir a la marca en una compañía sostenible. Partiendo de que un vehículo está compuesto por un 75 por ciento de metal y un 17 por ciento de plásticos, existe la posibilidad de reciclar en su elaboración.

Debido a su origen, composición y estructura, estos materiales (metal y plástico) tienen la virtud de ser reutilizados. La firma alemana BMW ya incorpora aluminio fundido en el 50 por ciento de las piezas y un 20 por ciento de plástico reciclado en sus automóviles insignia.

Otra parte fundamental para una transición sostenible es la manufactura verde, es decir, alcanzar la sostenibilidad en la industria automotriz. Ello, requiere la construcción o adaptación de fábricas que lleven el mínimo de impacto al medio ambiente.

Esto va permitir una optimización de las funciones de una instalación con el fin de crear mejores prácticas a la hora de fabricar un automóvil. Volkswagen, en la planta de Chattanooga, Tennessee, Estados Unidos, crearon un parque solar con una autonomía total de energía en las horas sin producción y un 12 por ciento cuando están fabricando.

Además de estos esfuerzos para una transformación sostenible en la industria automotriz, también será indispensable la aplicación de nuevos materiales. Estos son mejores si su origen es ecológico o provienen del reciclaje, principalmente si nunca han sido empleados para fabricar automóviles.

Diversas alternativas provenientes de la cáscara de tomates, fibra del coco, el bambú o la celulosa, ya se están utilizando en la fabricación. Aunque todavía pasan desapercibidos debido a que los productos de origen orgánico han sido reinterpretados por los mismos diseñadores de los coches.

Incorporar alternativas de materiales en los vehículos de próxima generación será factor clave para la industria automotriz. Además de tratar de buscar alternativas, en otros materiales para sacar un mayor provecho de otros materiales ya sea reciclados u orgánicos. Todo con la finalidad de brindarle a los usuarios automóviles de calidad, mejores diseños, precios más accesibles y, sobre todo, amigables con el medio ambiente.

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