La llegada de Joe Biden al frente del Gobierno de EUA y la implementación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC)​, representan dos importantes motores para impulsar las nuevas tecnologías en vehículos ligeros en la región Norteamérica, coincidieron representantes de la industria automotriz.

En el marco del Mexico Automotive Summit, David Adams, Presidente de la Global Automakers Canada, señaló que la industria canadiense ahora ve más oportunidades en el mercado regional con la administración de Bien, ya que las políticas ambientales y estándares de seguridad tendrán mayores oportunidades de alinearse con las de su vecino del sur.

Y es que, según John Bozzella, Presidente y CEO de la Alliance of Automotive Innovation, el nuevo Gobierno estadounidense brinda un enfoque diferente en la industria automotriz, con una perspectiva más positiva que su antecesor.

Bozzella subraya que la administración Biden tiene cuatro prioridades: terminar con la pandemia, reconstruir la economía de EU, luchar contra el cambio climático e impulsar la justicia social. Sobre estos últimos dos aspectos, se prevé que las políticas se centren en ofrecer tecnologías limpias en los segmentos que no han tenido acceso a ellas. Además, se proyecta un incremento en la inversión de infraestructura de recarga para vehículos eléctricos, lo que complementa este cuadro positivo.

Por su parte, Jean-Francois Champagne, Presidente de la Automotive Industries Association (AIA) de Canadá, coincidió en que la industria canadiense ve con la nueva administración de Biden, una mayor más alineación de las políticas y estándares en el segmento automotriz, un beneficio adicional será la implementación del T-MEC, la mayor colaboración que estimulará entre los tres países.

Para John Bozzella, las reglas más estrictas del T-MEC ha demostrado el compromiso de las empresas para invertir en la región y el nuevo enfoque de las tecnologías implementadas en la industria automotriz para reducir emisiones. “Un tratado T-MEC modernizado nos va a dar una oportunidad de reinvertir para lograr estos objetivos”, expresó.

Adams agregó que, a diferencia del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, el nuevo tratado considera nuevos componentes en la fabricación de vehículos. “Una modernización del TLCAN era necesaria para incorporar la transición de los vehículos como los hemos visto, de un dispositivo mecánico a una computadora en ruedas, e incentivar la transición a vehículos eléctricos”, compartió.

Asimismo, destacó que el T-MEC estipula que el 75% del contenido utilizado en la industria automotriz debe ser regional, lo que incentiva la inversión en los tres países.

“Con la implementación del T-MEC, ha sido un buen enfoque para que la región Norteamérica estén las inversiones adecuadas para tener la mejor producción aquí y creo que eso es clave”, dijo Jean-Francois Champagne sobre el tema.

¿Y cómo impacta esto a la industria mexicana? José Zozaya, Presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), destacó sus agremiados exporta el 84% de su producción total y que el destino principal es la región de Norteamérica; muy particularmente Estados Unidos toma el 87% de los vehículos ligeros mexicanos.

Sobre el desafío que la adopción de estas nuevas tecnologías representará para los fabricantes en México, señaló que es un proceso que se ha venido trabajando en los últimos años, ya que las marcas se han ido ajustando a la demanda de sus grandes socios como Estados Unidos y Canadá.

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