Chignahuapan, el pueblo mágico de la sierra norte de Puebla, es famoso a nivel internacional por su producción de esferas navideñas y pese a que se fabrican todo el año, a partir del mes de octubre comienza la temporada formal de venta de dicha artesanía.
El recorrido por la historia del nacimiento de esta bella artesanía, se remonta en 1968, cuando el jalisciense Rafael Méndez, se muda a esta comunidad y abre un pequeño taller. Posteriormente la difusión de las esferas navideñas se dio de boca en boca, dando popularidad al producto de manera local. Sin embargo, comenzó a expandirse la venta en municipios cercanos como Zacatlán, Tlaxco, Tlaxcala, Puebla, hasta llegar a Ciudad de México.
En los años de 1970 a 1985 se registró el periodo más productivo para la empresa original, ya que contaban con una plantilla mayor a 100 trabajadores dentro de ella y se producían de 25 a 30 mil cajas de esferas semanalmente, llegando a exportar a países como España, Venezuela y Estados Unidos de Norte América. Y por supuesto también comenzó la aparición de nuevos talleres y familias productoras-comerciantes.
Se espera la visita de miles de visitantes a los talleres y fábricas de esferas de Navidad para este año. De acuerdo con la Dirección de Turismo Municipal de Chignahuapan, hay alrededor de 3 mil artesanos dedicados a la fabricación de esta artesanía, con 370 talleres, aproximadamente, que posicionan al municipio como el mayor productor nacional de esferas.
La elaboración de esferas navideñas da empleo a 70% de la población del municipio, ya sea de manera directa o indirecta y la derrama económica que alcanza la producción durante la época navideña supera los 200 millones de pesos. Esto contribuye al desarrollo económico de la región.
