Diversos estudios realizados en Estados Unidos y Europa afirman que el deporte puede elevar los niveles de productividad, ya que los empleados se sienten más cuidados y satisfechos, y la mejora en la calidad de vida reduce las bajas por enfermedad. Es por esto que grandes empresas comenzaron a implementar y fomentar al deporte como una herramienta esencial de su cultura corporativa.

 Sin importar el tamaño de la organización, las acciones que pueden impulsarse brindan beneficios en el corto, mediano y largo plazo tanto para sus empleados como para la empresa. Asimismo, cuando se formulan planes de salud basados en el control médico, la alimentación y la actividad física se pueden reducir el absentismo en hasta un 90 por ciento. 

¿Cómo hacerlo?

Cuando se plantean o deciden cambios, la ansiedad que acompaña a la incertidumbre puede ser un cóctel que termina en fracaso. Sin embargo, para evitarlo, el antídoto no es otro que un trabajo sistemático.  A continuación, algunas ideas para comenzar a trabajar:

  • Programas holísticos: estos sistemas de salud deben incluirse dentro del plan estratégico de la empresa, ya que al sumarlos a los objetivos e iniciativas de una estrategia superior se podrá conciliar la actividad física con elementos nutricionales, y políticas de asistencia ante adicciones, como el tabaquismo, o patología prevenibles o fácilmente tratables. Además, mediante la flexibilización y racionalización de horarios se podrá conciliar la vida personal y profesional, que reduce en un 39 por ciento los costos derivados a enfermedades según un estudio de la Universidad de California, fomentando el deporte. También se puede promover la alimentación sana mediante la implementación de menúes saludables dentro de los comedores institucionales. Todos estos cambios en la cultura de la compañía generarán una mayor productividad, ya que mejorará la salud y calidad de vida del equipo, y sentirán un mayor grado de compromiso, satisfacción y responsabilidad con la institución
  • Programas específicos: más allá de que se implementen algunos puntos del enfoque holístico, como puede ser los menúes saludables o las pastillas informativas, existen programas específicos que pueden partir desde la misma empresa o mediante convenios con compañías especializadas. Gracias a éstos pueden realizarse charlas informativas o talleres sobre los beneficios del deporte y la alimentación sana brindando consejos nutricionales, deportivos o físicos enfocados a las necesidades propias del sector, como es el caso de los dolores de espalda y manos en obreros y trabajadores fabriles, o las mejores disciplinas para aliviar dolencias.

Una vez que el deporte ya está integrado a la cultura corporativa se pueden sumar otras opciones para enriquecer la experiencia de los empleados y la productividad de la empresa:  

  • Competencias: en algunas compañías se organizan diferentes torneos deportivos, que pueden ser internos o con otras empresas, en instalaciones cercanas al de trabajo; entre las disciplinas pueden encontrarse desde ajedrez, pasando por básquet, fútbol y vóley, hasta llegar al golf.  Pueden ser torneos entre los trabajadores de la misma empresa o entre otras empresas, ya que éstos últimos potencian la cohesión, la convivencia y la motivación; fomentan las relaciones interpersonales; desarrollan el sentimiento de pertenencia; estimulan el espíritu de superación, concentración, esfuerzo y rendimiento, y ofrecen una nueva dimensión en la comunicación interna.
  • Familia: más allá de las competencias, las prácticas deportivas pueden incluir a la familia de los empleados, sin importar orden jerárquico. Entre las actividades predilectas pueden enumerarse: salidas en bicicleta, excursiones a pie, carreras de orientación, entre otros, durante los retiros de fin de semana.
  • Convenios de descuento: algunas organizaciones realizan acuerdos con instalaciones deportivas cercanas a los puestos de trabajo, donde los empleados puedan disfrutar de descuentos totales o parciales en los abonos.
  • Creación de clubes: ya sea como una oferta corporativa o en respuesta a un pedido de los trabajadores, la empresa apoyará la creación de clubes deportivos tales como: caminata, running, senderismo o ciclismo, entre otros.
    Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los beneficios derivados de la implementación del deporte y la nutrición adecuada puede elevar los niveles de productividad hasta en un 20 por ciento. Incluso, el seguimiento de un programa de ejercicio físico sistematizado y controlado tiene una influencia positiva sobre la productividad y satisfacción laboral y el bienestar, según la Revista de Psicología del Deporte. Asimismo, es una forma para que los compañeros de trabajo estrechen lazos y mejoren las relaciones interpersonales. Sólo es cuestión de ponerse la camiseta y poner el cuerpo en movimiento con el objetivo de incentivar a la empresa y así lograr resultados en el corto, mediano y largo plazo.

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