El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) informó ayer miércoles de una buena noticia: una mujer de 65 años logró ‘vencer’ al coronavirus tras aplicarle un tratamiento experimental de transfusión de plasma sanguíneo. 

 Y su caso no es el único. En Estados Unidos, por ejemplo, otros pacientes de coronavirus tuvieron mejoría, o acortaron el periodo de tiempo de la enfermedad, tras recibir transfusiones de plasma. De ahí que, desde el 1 de abril pasado, la Administración de Alimentos y Medicamentos estadounidense (FDA) autorizó que se utilice este tratamiento en investigación en pacientes de COVID-19 que enfrenten “amenazas severas o inmediatas para su vida”. 

 Ahora bien, ¿en qué consiste este tratamiento de plasma? ¿Qué instituciones lo están desarrollando en México? Y lo más importante, ¿puede ser a corto o mediano plazo una cura del coronavirus?

¿Qué es el suero convaleciente? 

El uso de plasma sanguíneo consiste, básicamente, en extraer anticuerpos contra la COVID-19 de pacientes que ya superaron la enfermedad, de ahí que también se le conozca como ‘suero convaleciente’, y aplicarlos a pacientes infectados por este virus y que ya estén en estado grave. 

Pero, qué son los anticuerpos, cómo se producen, y qué efectos tienen.

En entrevista con El Sabueso, Guillermo Torre Amione, rector del Sistema de Salud del Tecnológico de Monterrey, lo explica en términos muy prácticos y como si de una batalla épica se tratara. 

Por un lado, tenemos un paciente que se infectó de coronavirus. Este paciente, con el paso del tiempo, su organismo es capaz de vencer al virus; es decir, lo elimina. Pero, ¿cómo le gana? A través de la creación de una serie de respuestas inmunológicas que producen anticuerpos. 

Los anticuerpos son pequeñas proteínas, precisa el doctor Amione. “Es decir, son como pequeñas balas que utiliza el ejército de defensas que tiene nuestro organismo para atacar al virus invasor”. PUBLICIDAD

 Si el organismo sale victorioso de la batalla, éste adquiere un cierto periodo de memoria -inmunidad-, debido a que las balas con las que derrotó al virus van a permanecer en la sangre durante un tiempo prolongado, que puede ser de meses, aunque en el caso del COVID-19, al ser un virus nuevo en el mundo, aún se desconoce cuánto tiempo puede durar esa inmunidad.

 A partir de la derrota del virus, lo que se hace es extraer una muestra de esa sangre ‘inmune’ del paciente recuperado. 

Una vez extraída, se separa la parte roja -la de los glóbulos rojos- de la parte blanca del suero, que es donde están los anticuerpos, las ‘balas’ que destruyeron al virus. 

Y esa parte blanca llena de ‘balas’, es la que se le administra a una persona enferma de coronavirus para ayudarla a aumentar la capacidad de defensa de su organismo.

¿Es la ‘cura’ del coronavirus?

La respuesta, a día de hoy, jueves 14 de mayo, es que no existe un tratamiento específico para eliminar el coronavirus, ni tampoco una vacuna. Así lo señalan insistentemente tanto la Organización Mundial de la Salud, como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, como la propia Secretaría de Salud mexicana. 

¿Entonces, por qué el entusiasmo?

El doctor Guillermo Torre Amione responde de nuevo en términos muy sencillos: ante la falta de una vacuna, y de un fármaco probado como cura definitiva, este tratamiento de suero convaleciente, junto a otros que se están investigando y probando, como el Remdesivir, puede ser una de las alternativas “más seguras y efectivas” en la lucha contra el coronavirus. 

 Es decir, son de los pocos tratamientos que ya están dando resultados positivos frente al virus, como en el caso de la paciente de 65 años que se recuperó, tal y como anunció ayer el IMSS.

“Ahora mismo estamos en un vacío de tratamientos que puedan ser fáciles de aplicar y masivos para la gran mayoría -apunta el doctor Amione-. Y, por eso, esta posibilidad del suero convaleciente, que ya ha dado algunos resultados positivos, aunque no concluyentes, hacen que el mundo entero esté muy interesado en poder desarrollarlo más”.

Pero, precisamente, ese es el ‘detalle’ con el tratamiento de suero. Que, aunque lleva años investigándose para aplicarlo a otro tipo de enfermedades, como el Ébola, o el Síndrome Respiratorio del Medio Oriente, las investigaciones del suero aplicadas al coronavirus son muy recientes, puesto que el virus también lo es. Y los resultados aún no pueden considerarse definitivos, ni mucho menos como una cura ya experimentada en miles de pacientes y probada como “universal”.

Por ejemplo, en el caso del IMSS apenas obtuvo el pasado 15 de abril el permiso de la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) para el uso clínico del suero convaleciente en pacientes COVID. Y, hasta el momento, lo ha aplicado a siete pacientes de COVID.

 Mientras que el TecSalud, por su parte, anunció el 7 de mayo pasado, en un comunicado conjunto con la Secretaría de Salud de Nuevo León, que también obtuvo el permiso de COFEPRIS para aplicar este tratamiento a pacientes COVID. Pero, hasta ahora, solo lo ha aplicado a diez pacientes, en los cuales, de acuerdo con el doctor Guillermo Torre Amione, se observaron “beneficios” en su estado de salud frente al virus.  

“Este tipo de tratamiento implica un elevado nivel de dificultad -plantea el doctor Amione cuando se le cuestiona por qué no se aplica el suero a más pacientes-.

“Es decir -añade-, hay que identificar a pacientes que superaron la enfermedad, que acepten formar parte del proceso, hacerle pruebas virológicas, hacerle también pruebas para determinar que ya no tiene COVID, y luego hacer la separación del suero y aplicárselo al paciente enfermo”. 

 Por eso, el experto dice que si la pregunta es si van a ampliar la investigación a más pacientes, la respuesta es que sí. Pero si la pregunta es si este tratamiento va a ser la solución a la gran cantidad de pacientes que ahora mismo sufren la enfermedad en México, la respuesta es que el tratamiento será una opción “muy limitada” para un pequeño grupo de pacientes que estén en estado grave.

 ¿Qué se está haciendo?

Tanto el IMSS, como la Secretaría de Salud de Nuevo León, en alianza con el TecSalud, anunciaron que están implementando centros de donación de plasma convaleciente para aplicar el suero a pacientes COVID en estado grave.

 En el caso del IMSS, en un comunicado el doctor Jaime David Macedo Reynada explicó que tienen acceso a la base de datos nacional de los pacientes con diagnóstico confirmado por la prueba PCR, a fin de contactar a los posibles donadores. 

Una vez hecho esto, se les explica en qué consiste el tratamiento y si aceptan realizar la donación de plasma, se les toma una muestra para garantizar que ésta sea negativa a COVID-19, garantizando su privacidad y confidencialidad. El donador puede ser derechohabiente o no. 

Además, el IMSS también garantiza a los pacientes que reciban la donación de plasma que la sangre del donante fue sometida previamente a análisis de diversos agentes infecciosos, como virus de Hepatitis B y C, VIH, y, por supuesto, COVID-19.

¿Dónde se está recopilando la sangre de los donantes?

En el caso del IMSS, en cuatro Bancos de Sangre; dos en Ciudad de México, uno en Jalisco, y otro en Nuevo León.

Estas son las direcciones:

-Banco Central de Sangre CMN La Raza, avda. Jacarandas S/N, colonia La Raza, 02990, CDMX.
-Banco Central de Sangre CMN Siglo XXI, avda. Cuauhtémoc 330, colonia Doctores, 06720, CDMX
-Banco Central De Sangre CMN Occidente, avda. Belisario Domínguez 1000, colonia Independencia, 44340. Guadalajara, Jalisco.
-Banco de Sangre de la UMAE Hospital de Cardiología 34, avda. Abraham Lincoln S/N, colonia Valle Verde, C.P 64730, Monterrey, Nuevo León. O se puede enviar un correo electrónico a ana.lopezm@imss.gob.mx

El IMSS destaca que en estos Bancos de Sangre existen medidas preventivas de sanitización de las instalaciones “altamente efectivas” y que el nivel de seguridad dentro de los bancos es “sumamente alto”, por lo que “la gente puede acercarse a donar con confianza”. 

 ¿Cuáles son los criterios para ser donador de plasma convaleciente?

La Secretaría de Salud de Nuevo León y el TecSalud señalan los siguientes: 

-No tener síntomas de COVID (tos seca, fiebre alta, dolor de cuerpo, dificultades para respirar) desde al menos 14 días antes de ir a hacer la donación. 
-Presentar diagnóstico previo de COVID-19 documentado con una prueba PCR y presentar el diagnóstico posterior de resultado negativo para COVID-19. 
-Gozar de buena salud. 
-Tener entre 18 y 65 años. 
-Pesar más de 52 kilos.
-No haber tenido infecciones recientes, excepto la infección por COVID-19. 

En el caso del TecSalud y de la Secretaría de Salud de Nuevo León, las donaciones pueden realizarse en el Centro Estatal de Transfusión Sanguínea y en el Centro de Donación de Plasma COVID-19 TecSalud, ubicado en el Hospital San José. También se puede enviar whatsapp al número (81)88880775. 

Por Manu Ureste | Vía animalpolitico.com

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