La crisis de semiconductores ha impactado a la industria automotriz de México. Y esta misma escasez está causando problemas a los fabricantes de electrodomésticos. Pero esta industria está buscando que México aumente la autosuficiencia de microchips para disminuir la dependencia con Asia, señaló Betsabé Rocha, directora general del clúster de electrodomésticos del Estado de Nuevo León.
Los productores de electrodomésticos también están enfrentando altos costos en insumos básicos como resinas y acero. Los cuellos de botella en China ocasionados por una política de tolerancia cero al Covid-19 están afectando a la cadena de suministro de esta industria.
«La demanda se fue al cielo, y las plantas actuales no se dan abasto con lo que tenemos», indicó Rocha. Por lo tanto, la industria manufacturera mexicana está volteando hacia la opción de aumentar la producción mexicana de microchips y otros insumos para depender menos de Asia.
«Las empresas se están dando cuenta que no pueden depender tanto de las compañías de Asia, de donde provienen el 60% de los insumos. Tienen que empezar a sustituir, reemplazar y buscar alternativas para salir adelante para buscar la continuidad de las operaciones», añadió.
Menor dependencia de Asia, para una industria mexicana altamente rentable
Rocha indicó que la demanda de microchips se mantendrá fuerte en los próximos años. Incluso Estados Unidos ya está planeando invertir en su capacidad para producir de semiconductores, debido a que tomaría por lo menos dos años solucionar el problema de suministro con China.
Y México se encuentra entre los cinco principales países exportadores de electrodomésticos. Una demanda que aumentó por la recuperación en Estados Unidos, el principal mercado destino, sobre todo por los estímulos fiscales que se otorgaron a las personas para salir de la crisis que ocasionó la pandemia. Esto logró mantener a flote a la industria de electrodomésticos en México a pesar de los problemas en las cadenas de suministro y el confinamiento sanitario de 2020.
«Este año no fue fácil, pero no fue tan malo para nosotros como lo fue para otros sectores», señaló Rocha. Aunque durante el «gran confinamiento» de abril y mayo de 2020 a causa de la pandemia, también redujeron su producción, lograron mantenerse activos debido a que sus productos son vistos como esenciales.
Por ejemplo, en productos como calefacción y aires acondicionados, que en algunas zonas son de uso básico por climas extremos. También se mantuvo como actividad esencial aquellas compañías que fabricaban equipos de refrigeración de uso médico. «Una vez que se recuperó la actividad en el resto de 2020, tuvimos meses que inclusive fueron mejores que en 2019», indicó.