El queso es un alimento emblemático en la gastronomía mexicana, con una amplia variedad de tipos que reflejan la riqueza cultural y tradicional del país. Según datos proporcionados por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, México produce alrededor de 40 variedades de queso, representando el 2% de las variedades a nivel mundial.

Entre las variedades más destacadas se encuentran el queso Oaxaca, Chihuahua, Panela, Asadero, Cotija, y Sierra, entre otros. Este amplio abanico de opciones refleja la diversidad gastronómica de México y la importancia que el queso tiene en su dieta cotidiana.

De acuerdo con las estadísticas, los mexicanos consumen más de 400 mil toneladas de queso al año, lo que equivale a un consumo per cápita de entre 2.1 y 6 kilogramos anuales. Este alto nivel de consumo no solo demuestra la popularidad del queso en la dieta mexicana, sino también su relevancia nutricional, ya que el queso es una fuente importante de proteínas, grasas, vitaminas y minerales.

El sistema agroalimentario mexicano, la quesería tradicional contribuye al desarrollo económico regional, genera empleos y aporta un valor agregado a la producción de la cadena productiva agroindustrial de la leche, en la que están involucrados los ganaderos, productores, comerciantes de insumos y los distribuidores de queso generando más de 66,000 empleos.

Sin embargo, la industria quesera en México enfrenta desafíos significativos. La importación de leche en polvo y la fabricación de quesos análogos representan una amenaza para los productores locales. Por ejemplo, en las Cuencas Lecheras de Tizayuca y Tulancingo, la importación masiva de leche en polvo ha afectado la producción nacional de leche fresca, generando una competencia desleal y escasez de materias primas para la producción de quesos artesanales.

El panorama del consumo de queso en México también varía según las regiones del país. En el norte, los estados como Nuevo León y Chihuahua tienen una predilección por el queso Chihuahua, Asadero y Oaxaca, mientras que en el oeste, en lugares como Jalisco, se consumen más la Panela, Adobera y Queso Crema. En el centro, el queso fresco, Oaxaca y Panela son los más populares.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), un hogar promedio en México destina aproximadamente el 9.5% de su gasto total en alimentos a la compra de productos lácteos, y el 24% de este gasto se destina específicamente a la adquisición de quesos.

La producción de quesos en México se concentra principalmente en estados como Jalisco, Guanajuato, Chihuahua y Chiapas, con una producción anual cercana a las 250 mil toneladas y un valor superior a los 21 mil millones de pesos.

En resumen, el consumo de queso en México es elevado y diverso, reflejando la riqueza culinaria del país. Sin embargo, los productores locales enfrentan desafíos importantes que requieren atención y apoyo para mantener viva la tradición quesera mexicana.

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