La historia de Mexikatekatl, que significa “originario de México”, empresa precursora de Tekiti, trae consigo una enseñanza sobre emprendimiento, visión empresarial y sensibilidad social, pues gracias las musas del trabajo artesanal de los mexicanos e impulsados por el deseo de mantener viva su herencia, la empresa revolucionó para siempre la forma de comercializar las artesanías por territorio nacional.

Esta área de oportunidad fue hallada por Sofía Cruz, emprendedora que se encuentra detrás del proyecto, al percatarse de que los jóvenes artesanos optaban por otras formas de ganarse la vida por no poder vender su trabajo a un precio justo o simplemente no generar el consumo de sus productos.

Originalmente, la idea de la empresa fue, en primer lugar, brindar apoyo a los artesanos en áreas como contabilidad, diseño y finanzas, en las cuales presentaban mayores dificultades. Como segundo, formalizar lazos con el sector restaurantero y hotelero para poder comercializar los productos a un precio digno del trabajo de un artesano.

En consecuencia de esto, se brindaba ayuda en el incremento de la experiencia vivida por los turistas que llegaban a México, sin mencionar la preservación de las tradiciones artesanales.

Mexikatekatl percibió un financiamiento a través de incubadoras y de fondeadora tras participar en el Instituto Irrazonable en Aguascalientes, financiamiento con el cual arrancó el proyecto que desde entonces ha triunfado en relacionar a los artesanos con consumidores de las industrias turísticas, así como preparar a los artesanos para aprender habilidades empresariales.

Con el tiempo, Mexikatekatl logró expandirse gracias a oportunidades de negocio que llegaron en el camino, formando así lo que se conoce hoy como Tekiti, empresa que comercializa no solo a hoteles y restaurantes, sino que también lo hace bajo pedido para eventos y amplió sus operaciones a nivel internacional.

Gracias al crecimiento de mercado, la empresa incrementó el volumen de operaciones y su lista de proveedores.

Con la ejecución de este modelo de negocio, cada vez más artesanos en el país logran llevar su trabajo al público que realmente lo desea y está dispuesto a pagar su valor, permitiendo así a los artesanos ganarse la vida dignamente.

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