La Navidad, como sabemos, es una época del año en la que el consumo aumenta significativamente en muchos países del mundo, y el sector turístico, como cabe esperar, no es una excepción. Durante estas fiestas, muchas personas optan por viajar y disfrutar de destinos turísticos especiales.

Además, los puentes, las celebraciones, así como los días festivos que contemplamos cada final de año permiten que esto sea así. Y todo ello puede tener un impacto positivo en el sector turístico y en una economía que, atendiendo a la situación que vivimos en estos momentos, lo precisa, y mucho.

¿Cuáles son algunos de esos beneficios que tiene el consumo navideño para el sector turístico y la economía? En primer lugar, es importante destacar que el consumo navideño puede tener un impacto positivo en el empleo en el sector turístico.

Durante estas fiestas, muchas empresas turísticas contratan personal adicional para atender a la demanda de servicios turísticos navideños, lo que puede generar empleo temporal y contribuir a reducir el desempleo en este sector y, en general, en la economía. Además, el aumento del consumo navideño puede llevar a una mayor demanda de servicios turísticos, lo que puede impulsar el crecimiento económico y aumentar la renta de las empresas turísticas y, como consecuencia, de todos esos hogares que, por el hecho de que se encuentran empleados en este sector, dependen de ellas.

El turismo navideño puede atraer a visitantes de otras áreas y contribuir a diversificar la base turística de un destino. En otras palabras, el turismo, de la misma manera que promueve el empleo, promueve la economía, pues toda esta demanda se traduce en, mayor contratación, mayor consumo, mayor gasto y, en última instancia, mayor crecimiento económico.

Esto puede atraer a turistas que buscan vivir la Navidad de manera diferente y puede ayudar a diferenciar a un destino turístico de otros. Además, no debemos olvidarnos de, como siempre digo, todos los fenómenos que, implícitamente, se derivan de esta situación. En este sentido, refiriendo al intercambio cultural que se produce entre los habitantes locales y los turistas, el conocimiento sobre el lugar y la exposición que vive el mismo tras las visitas, entre otros beneficios que el sector turístico, de una manera u otra, acaba trasladando, además de a la economía, a la sociedad y a los habitantes.

Es cierto que debemos ser muy cautos y evitar un turismo masivo que ponga en peligro la sostenibilidad de este fenómeno. La contaminación, el impacto de estos turistas en la localidad, entre otros aspectos que debemos tener muy en cuenta ensombrecen, en cierta manera, estos beneficios que menciono. Pues una mala gestión del turismo y el modelo turístico, puede acabar empeorando la calidad de vida de aquellos habitantes que viven permanentemente en el territorio.

En resumen, esto último no quita que, con un buen modelo turístico y una correcta gestión por parte de los mandatarios, el consumo navideño puede tener un impacto muy positivo en el sector turístico y en la economía; ya sea generando empleo, impulsando el crecimiento económico y la renta de las empresas turísticas, fomentando el turismo local y ofreciendo experiencias y actividades especiales y temáticas navideñas, entre otros muchos beneficios que se derivan de esta importante festividad.

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