La empresa Google destinará 100 millones de pesos en microcréditos para ayudar principalmente a 8 mil mujeres indígenas de estados del sureste del país (Yucatán, Campeche, Tabasco, Oaxaca y Chiapas) para que tengan la facilidad de emprender y brindarles la oportunidad de crecer.
El proyecto se llama “Mujeres: Fuerza del Sureste”, el cual ofrece capacitación para emprendedoras y microcréditos para mujeres que cuenten con una actividad productiva.
El periodo de esta iniciativa, se prevé para los tres próximos años, cuyo objetivo es promover la inclusión financiera y acceso a información financiera para las comunidades consideradas minoría.
Está operado por Pro Mujer, una empresa social con más de 32 años trabajando por la igualdad de género en América Latina, que busca impulsar la inclusión financiera de las mujeres, ofrecerles oportunidades de capacitación y emprendimiento, y ampliar su acceso a servicios de salud y bienestar.
El proyecto está bien pensado, puesto que hay una mezcla de conocimiento financiero, innovación, creatividad y herramientas técnicas para poder llevarlo a cabo exitosamente.
“Hoy lanzamos el programa ‘Mujeres, fuerza del sureste’, y nuestro brazo filantrópico destinará 100 millones de pesos para el financiamiento de pequeños emprendimientos.
Director de Google en México, Julián Coulter.
El destino de estos fondos, serán a Pro Mujer (brinda servicios relevantes y transformadores a las mujeres en América Latina y está estrechamente alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU), que junto con la Secretaría de Economía, destinará estos fondos para créditos.
Adicionalmente, se suman programas de capacitación a 6 mil mujeres durante 2023 y a 2 mil más en los próximos dos años.
“Estos esfuerzos nos permiten, además, apostar por las mujeres mexicanas, colocando una semilla de emprendimiento en las comunidades donde más se necesita”.
No sólo es el impulso de estas comunidades, y la accesibilidad de información financiera a mujeres, pues se promueve también la relocalización donde las mujeres que deciden emprender, permite generar lazos con otras mujeres emprendedoras y sentar las bases de economías familiares, solidarias y sociales.
