En México, cada mujer utiliza aproximadamente 13 mil toallas sanitarias a lo largo de toda su vida, según datos de la Procuraduría Federal del Consumidor en México (Profeco), las cuales se desechan y envían a plantas de tratamiento de residuos y después a rellenos sanitarios.

Por tal motivo, en la empresa Kimberly-Clark se trabaja día a día en encontrar una alternativa más amigable con el ambiente, incluso también pedidas por las consumidoras que cada vez son más conscientes de su entorno.

En respuesta a estas necesidades y peticiones se lanzó al mercado Kotex Cero, la primera toalla femenina y pantiprotectores sustentables, fabricados con la tecnología Easy-Flush, con la cual, al instante de bajar la palanca del inodoro se inicia el proceso de disolución durante su paso por el drenaje, terminando en una completa biodegradación en aproximadamente 30 días sin causar contaminación alguna en el agua.

En un comunicado de prensa, se informaron varios estudios de capacidad de descarga (capacidades de eliminación segura en inodoros), de acuerdo con la Asociación Internacional de Desechables de No Tejidos (INDA) y la Asociación Europea de Desechables y No Tejidos (EDANA) de todas las pruebas promulgadas, que demuestran ser toallas desechables que se desintegran en el inodoro. Además de la aprobación de la Asociación Mexicana de Plomeros (Aplomex), también es necesario certificar ante notario que el producto cumple con todas las pruebas que garantizan una disposición eficiente, sin atascos ni atascos.

Asimismo, se han realizado diversos ensayos de toxicidad y calidad del agua, comprobando que no produce ningún tipo de contaminante, y al ser un producto hidrosoluble, tampoco produce microplásticos.

Se dio una explicación de que a causa de ser tiradas en el W. C., las toallas y pantiprotectores pasan fácilmente por las tuberías, desintegrándose en el proceso y durante su recorrido en el desagüe, al llegar al sistema de tratamiento de aguas residuales municipales, el producto se desintegra por completo gracias al movimiento de agua y con la ayuda de microorganismos presentes en el proceso de tratamiento del agua.

Respecto a todo esto, se dijo que la empresa Kimberly-Clark México tiene como una de sus principales prioridades sumar esfuerzos para poder contribuir a la conservación ambiental con acciones que hagan una verdadera diferencia para tener un presente y construir un futuro mejor.

Este producto es el resultado del arduo trabajo por parte de mujeres que, con una convicción imbatible y con gran coraje y determinación lograron, lo que parecía imposible: crear un producto totalmente amigable con el ambiente. 

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