Las grandes empresas de alimentos tienen la mira puesta en el agro. Si bien ambas industrias tienen una estrecha relación, en los últimos años han dado un impulso a estrategias que tienen un impacto en el negocio y ayudan a tener prácticas sustentables y apoyan a los trabajadores del campo.

Pepsi, Modelo, Heineken o Danone son algunas de las compañías que han apostado por estas acciones, que van desde acompañar a los pequeños productores para hacer más rentables sus productos, hasta pactar la compra de las materias primas, algunas de las cuales, como los granos, han tenido subidas de precio durante este año.

Para las empresas, adquirir de forma anticipada las materias primas que se utilizan en sus productos les permiten lograr precios que, en algunos casos, evitan las fluctuaciones del mercado. También aseguran que sus productos terminados lleguen al grupo de consumidores que optan por adquirir aquellos que son más amables con el medio ambiente. Aunque el foco de las iniciativas está en empoderar a los trabajadores del campo.

En abril, Pepsico presentó Agrovita, un programa de tres años para enseñar a los productores prácticas agrícolas regenerativas y apoyar a 920 productores de plátano, cacao y palma de aceite en los estados de Tabasco y Chiapas. Uno de los objetivos es que estos productores aprendan a interactuar con otras compañías, con el fin de que sus mercancías les generen mayores ingresos.

La demanda de productos sustentables es una tendencia que va impulsada por las nuevas generaciones y la empresa avanza por implementar esta cadena sustentable en su portafolio de productos, que considera las bebidas carbonatadas como Pepsi o 7Up y botanas de la marca Sabritas.

“En Pepsico esto no es nuevo. Llevamos una jornada de más de una década asegurando que tenemos un portafolio amplio que atiende a todas las necesidades de los consumidores, pero también que lo hacemos de una manera sostenible y justa, y que resulta no sólo en el crecimiento de nuestro negocio, sino en primer crecimiento de las comunidades donde operamos”, comenta Alina Hernández Aguilar, directora de Asuntos corporativos de Pepsico.

Esteban Figeroa, gerente de sustentabilidad de Proforest, la organización que acompaña a Pepsico en Agrovita, comenta que el apoyo de las empresas al campo es una necesidad, mientras que los grupos empresariales juegan un papel más activo en proyectos del campo, que tienen un impacto positivo en los productores y sus comunidades.

“Antes la agricultura se daba por sentada como una práctica común, como algo que siempre ha sucedido y hoy en día muchas empresas que dependen de ella se han volcado hacia el sector. Hay una revalorización al interior del sistema productivo. Los agricultores se dan cuenta de que su producto vale más, no sólo por el precio económico, sino por todos los beneficios que hay alrededor de la forma en la que producen”, puntualiza.

Heineken México es otra empresa que acompaña a los trabajadores del campo. En marzo de este año, la cervecera se puso el objetivo de crecer 50% a 15,000 el número de hectáreas de cebada en México con el programa Programa Innovación Cebada Sostenible (Pices), con el que apoya a productores del Bajío y la zona del altiplano a mejorar y aumentar la producción de este cereal.

Con este programa, que nació hace cerca de dos años, el grupo cervecero apoya con mejores semillas y fertilizantes, y con la adopción de métodos de cultivo y tecnología de última generación y capacitación para impulsar la productividad y rentabilidad de la cebada maltera en el país. La meta es extender el programa, que empezó con 6 agricultores, a más de 1,000 este año.

Comprar local

Las empresas no sólo han orientado los esfuerzos para apoyar a los agricultores que los proveen de materia prima. Julián Fernández, analista de Bursamétrica, afirma que hay una gran apuesta para programas de apoyo de la iniciativa privada para reactivar a la agroindustria, que estuvo muy golpeada por la pandemia.

“Hubo mucha apertura por parte de las empresas, que levantaron la mano para apoyar. Esto abona mucho al tema de los precios, hay algunos que han estado aumentando y esto ayuda para regresarlos a los niveles antes de la pandemia”, declara.

Como parte de estos esfuerzos, en mayo de 2020 Grupo Modelo se comprometió a adquirir la cebada de cerca de 4,000 productores de Zacatecas, Durango, Guanajuato e Hidalgo, sin revelar el monto que se fijó para este grano. Un año después, la empresa presentó Pura Malta, cerveza elaborada con esta materia prima, una de las últimas innovaciones de su portafolio.

Abel Muñoz, gerente comercial para semillas México de NK, dice que estas acciones de apoyo al campo generan un valor agregado para los productores, además de que afianzan los lazos en toda la cadena de valor de una marca.

“Para los agricultores una de las grandes preocupaciones es el tema de la comercialización. Estar empatado con la cadena de valor, en este caso con los compradores, el agricultor lo ve como un valor agregado muy bueno porque ya tiene asegurado un precio y la venta. Y con esto se enfoca en cómo producir más de una manera más racional, más eficiente, siempre buscando que su fábrica, que es que la tierra, sea sustentable en el tiempo”, asegura.

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